General Lucio N. Mansilla 2771 (1425) CABA, Argentina / E-mail: fei@fei.org.ar (54-11) 4964-2008

 

Nueva app MiPKU para pacientes con fenilcetonuria

Empresas que nos acompañan

TESTIMONIOS

 

Fenilcetonuria

Mariano – 26 años – Estudia Administración de
Empresas
«Desde que nací me atiendo en FEI. Las doctoras y mis padres me hicieron generar conciencia de lo que significa cuidarme y tener que hacer todo para crecer sano.
Cada vez que entrás en FEI es como entrar a una segunda casa, porque siempre se acuerdan de vos, se preocupan por vos y te lo hacen notar. No solo me preguntan por cosas que se hablan en visitas previas sino también sobre mi vida y cómo estoy con la dieta. Me proponen alternativas a la dieta que hago, cosa difícil de conseguir, y siempre nos mantenemos en contacto.»

Fenilcetonuria

Catalina – 17 años – Cursa el último año de secundaria
“Desde chiquita siempre supe que había un montón de cosas que no podía comer, aunque no entendía por qué.
Era difícil al principio porque me tenía que llevar mi comida a todos lados y me sentía fuera de lugar. Pero me acostumbré, y ahora en mi día a día no es un problema.
FEI me ayudó mucho a entender qué me pasaba y porqué, además de buscar cosas que me gustaran comer y mantenerme sana.”

 

Hipotiroidismo Congénito

Carta de una familia
Queridos todos los que de un modo u otro trabajan o trabajaron en FEI (recepción, administración, médicas, laboratorio, psicopedagogas, gente del hospital, consejo de administración, contadoras, voluntarios, y colaboradores):
Queríamos participarlos de la alegría del casamiento de María. Muchos la conocen y saben su historia, y los que no, quiero contarles que María fue detectada de hipotiroidismo congénito al nacer hace 26 años. Seguir Leyendo…

Fenilcetonuria

Sofía – 13 años – Cursa el segundo año de secundaria
«Me trato en FEI desde que nací. Siempre me ayudaron mucho las doctoras, explicándome bien o informándome de todo. Son muy importantes para mí y para mi familia porque nos ayudaron a entender qué me pasaba para seguir el tratamiento y sentirme bien.
Al principio era un poco raro tener que llevarme un tupper con mi comida y mi torta a todos los cumpleaños de mis amigas, pero después me acostumbré y ya es normal que me pregunten si tengo mi comida. Ahora que soy más grande entiendo la importancia de seguir la dieta, gracias a lo que me explicaron en FEI sobre leer las etiquetas y calcular las proteínas.
Siento que mi familia y mis amigos se adaptaron bien a mi PKU.»